La pandemia ha hecho que varias personas alrededor del mundo dejen sus oficinas para trasladarse a la dinámica de trabajar en casa. Aunque varias personas ya tenían un escritorio en casa o, incluso, un estudio completamente amoblado, no todo el mundo ha encontrado la fórmula para crear un espacio acogedor en su hogar.

Si vives en un departamento pequeño, por ejemplo, es más difícil armar una oficina a tu medida. Lo bueno es que hay varias alternativas para lograrlo y sacarle el jugo a cada rincón.

1 – Piensa en la superficie de trabajo:   Dependiendo del trabajo que realices, es muy importante la superficie de trabajo. Si solo vas a realizar trabajos administrativos, con un espacio de 50 x 60 probablemente sea suficiente. Si eres diseñador o arquitecto, tal vez sea conveniente tener un espacio para dibujar al lado de tu computadora o tu Tablet con un espacio de 50 x 90”.

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2 – Apuesta por una mesa plegable: ¿Una pared se puede convertir en mesa? ¡Si!. Durante el día, puede ser una mesa de trabajo y en la noche utilizarse como una mesa para cenar, etc. Es una solución mobiliaria muy útil.

3 – Consigue un escritorio polivalente: Un mueble puede tener doble uso. Por ejemplo, al cerrarse puede ser un cuadro decorativo y al abrirse puede convertirse en un escritorio. Incluso, puedes personalizar el mueble con la intervención de un artista gráfico para ambientar tu hogar.

4 – Ten en cuenta la ubicación: Recuerda que, probablemente, pasarás bastantes horas del día en la zona de home office. Por eso, es muy importante elegir la ubicación. Lo ideal es que esté cerca de un lugar con iluminación natural. De preferencia cera de una ventana.

5 – Considera un escritorio desarmable: Existen patas metálicas ajustables que se pueden adaptar para poner un mueble y/o desarmarlo. Lo interesantes de estas patas es que puedes cambiar el color del tablero si deseas darle un look diferente a tu espacio.

6 – Sé minimalista: Finalmente, menos es más. Apuesta por un diseño minimalista para no recargar tu espacio y de paso, ¡ahorrar!

Fuente: El Comercio, Perú