Vender una casa no es para nada una tarea fácil. Con la oferta de viviendas a la venta y la facilidad que tienen hoy día los compradores para informarse por las casas a la venta que hay en una determinada zona, no es para nada suficiente colgar el cartel de “se vende” y olvidarse del asunto.

Muy por el contrario, el propietario debe encarar la planificación de la venta, la gestión de las visitas y negociación con potenciales compradores, el papeleo y los trámites legales, entre otros asuntos que inciden directamente en el proceso de venta.

Asesorarse por agentes inmobiliarios profesionales especializados en la zona donde está ubicada la vivienda facilita el proceso de venta. Se ahorra tiempo y se evitan preocupaciones, asegurando una operación de compraventa que satisfaga tanto al comprador como al vendedor de la casa.

Estas son algunas de las situaciones en las que una inmobiliaria puede ser un aliado fundamental a la hora de vender una propiedad:

• Fijar el precio de venta correcto.  El precio es clave para vender una casa. Para vender rápidamente una propiedad, es fundamental establecer un precio de venta adecuado.

• Identificar a los potenciales compradores interesados.   Cuando la vivienda o propiedad entra al mercado, comienzan a llegar peticiones de compradores interesados en visitarla. Para no perder tiempo, es importante detectar qué compradores están realmente interesados y con posibilidades reales de comprar.

• Tener una visión comercial para captar al comprador.
  Como vendedores, debemos captar el interés de un comprador en el producto que vendemos. Para esto, el desafío es destacar las ventajas y propuestas de valor que ofrecemos, identificándolas, trabajándolas y transmitiéndolas.

• Resolver las dudas de los interesados.
  En general los compradores tienen cantidad de dudas que necesitan despejar antes de realizar una oferta. Las consultas pueden ser de diversa índole, como ser el estado de la vivienda, el funcionamiento de las instalaciones, la fecha de la última reforma, las posibilidades de reforma, las ventajas e inconvenientes de la zona, cómo será el proceso de compraventa, trámites legales, etc.

• Negociar con el comprador.
  Sin duda, la negociación con el comprador interesado es una de las situaciones más difíciles del proceso, para ser eficaces en esta negociación, debemos conocer las expectativas del comprador. Es fundamental ser flexibles y aportar soluciones para facilitar la decisión de compra.

También te puede interesar: ¿Cómo serán las casas del futuro?

• Recabar todo el papeleo necesario.
  Ya con la oferta cerrada, uno de los últimos problemas como vendedor será formalizar el contrato de compraventa.

• Afrontar los gastos de la venta.
  Finalmente, como vendedores debemos hacer frente a algunos gastos, de impuestos, honorarios y certificados que es importante tener en cuenta a la hora de valorar la oferta.

Fuente: Alda Propiedades