Sobre la costa del Río de la Plata, sobre una de las mejores playas montevideanas, se encuentra el frente urbano más caracterizado de la ciudad: la rambla de Pocitos. Su curioso nombre se debe a los “pocitos” que hacían las lavanderas para enjabonar su ropa a orillas del arroyo llamado, precisamente, “de los Pocitos”.
Ya en los primeros años del siglo XX Pocitos era una estación balnearia, que junto con Ramírez se convirtió en una de las playas más populares. Su fácil acceso desde el centro de la ciudad a través de los caminos públicos –actuales Avenida Brasil y Bulevar España- hicieron posible el auge del balneario que, en 1912 se reafirma con la inauguración del Gran hotel de los Pocitos. Con su gran terraza adentrándose en el mar, esta gran construcción frente a la playa fue un punto de referencia, convirtiéndose así, en un centro social ineludible. Lamentablemente un gran temporal en 1923 destruye parte del hotel y en 1935 es demolido. Para ese entonces, Pocitos ya contaba con su actual rambla y estaba poblado por destacadas residencias.
El gran hotel y su aura de sofisticación y vanguardismo impulsaron rápidamente el surgimiento, no sólo de grandes casas de veraneo, sino también de viviendas de clase media. Entre la década del 20 y la del 40 la empresa Bello Reborati construyó casi 400 casas y edificios de apartamentos en esta zona. Al día de hoy se conservan varias de ellas que, sin lugar a dudas, destacan en el paisaje urbano. La calle Santiago Vázquez se caracteriza precisamente, por conservar en buen estado estas fachadas de viviendas construidas por la firma nombrada.
Otro sello característico de Pocitos es el Ombú, testigo de los cambios y transformaciones urbanas de la zona, que en 1950 fue declarado “Árbol de la Fraternidad Americana”.
A partir de 1947 comienza a redefinirse la situación urbanística del barrio. Se demuele la edificación costera para dar lugar a edificios en altura, desapareciendo el paisaje de casas sobre la costa. Así, los grandes edificios comenzaron a desplazar las casas-quintas y Pocitos pasó a superar al Centro en materia de edificios de apartamentos. Ya afirmada esta tendencia, no tardó en llenarse el barrio de edificios modernos, concebidos por firmas consagradas de arquitectos como Pintos Risso, Miguel Amato, García Pardo y Sichero.
Actualmente es uno de los barrios más densamente poblados de Montevideo, donde aún se respira el aire de balneario a pesar del entorno de altos edificios y el bullicio citadino, propios de la ciudad contemporánea.
Fuente: BMR Productora Cultural
Sobre la costa del Río de la Plata, sobre una de las mejores playas montevideanas, se encuentra el frente urbano más caracterizado de la ciudad: la rambla de Pocitos. Su curioso nombre se debe a los “pocitos” que hacían las lavanderas para enjabonar su ropa a orillas del arroyo llamado, precisamente, “de los Pocitos”.
Ya en los primeros años del siglo XX Pocitos era una estación balnearia, que junto con Ramírez se convirtió en una de las playas más populares. Su fácil acceso desde el centro de la ciudad a través de los caminos públicos –actuales Avenida Brasil y Bulevar España- hicieron posible el auge del balneario que, en 1912 se reafirma con la inauguración del Gran hotel de los Pocitos. Con su gran terraza adentrándose en el mar, esta gran construcción frente a la playa fue un punto de referencia, convirtiéndose así, en un centro social ineludible. Lamentablemente un gran temporal en 1923 destruye parte del hotel y en 1935 es demolido. Para ese entonces, Pocitos ya contaba con su actual rambla y estaba poblado por destacadas residencias.
El gran hotel y su aura de sofisticación y vanguardismo impulsaron rápidamente el surgimiento, no sólo de grandes casas de veraneo, sino también de viviendas de clase media. Entre la década del 20 y la del 40 la empresa Bello Reborati construyó casi 400 casas y edificios de apartamentos en esta zona. Al día de hoy se conservan varias de ellas que, sin lugar a dudas, destacan en el paisaje urbano. La calle Santiago Vázquez se caracteriza precisamente, por conservar en buen estado estas fachadas de viviendas construidas por la firma nombrada.
Otro sello característico de Pocitos es el Ombú, testigo de los cambios y transformaciones urbanas de la zona, que en 1950 fue declarado “Árbol de la Fraternidad Americana”.
A partir de 1947 comienza a redefinirse la situación urbanística del barrio. Se demuele la edificación costera para dar lugar a edificios en altura, desapareciendo el paisaje de casas sobre la costa. Así, los grandes edificios comenzaron a desplazar las casas-quintas y Pocitos pasó a superar al Centro en materia de edificios de apartamentos. Ya afirmada esta tendencia, no tardó en llenarse el barrio de edificios modernos, concebidos por firmas consagradas de arquitectos como Pintos Risso, Miguel Amato, García Pardo y Sichero.
Actualmente es uno de los barrios más densamente poblados de Montevideo, donde aún se respira el aire de balneario a pesar del entorno de altos edificios y el bullicio citadino, propios de la ciudad contemporánea.
Fuente: BMR Productora Cultural