Las herramientas ya existían, los avances tecnológicos estaban ahí, pero no estaban subutilizadas. La pandemia ha supuesto un cambio de hábitos y eso ha provocado un desarrollo rápido de la digitalización del sector.

De hecho, la situación actual está provocando que se reduzcan las visitas in situ a los inmuebles. Eso sí, son más selectivas y productivas. Es decir, el que acude está interesado de verdad, no va de paseo, van con una idea más cercana de lo que va a ver.

Ya en Europa hay ejemplos de un paso más allá carrera por ganar mercado y clientes ha comenzado. “Aliseda” (sociedad del gigante estadounidense de inversión)  y un famoso banco internacional, dicen tener todo preparado para que antes de que acabe el año cualquier cliente pueda adquirir una de las 16.000 viviendas de su cartera de forma online (a excepción de la firma ante un escribano o como se lo llama por esos lares “un notario”). La pandemia ha acelerado un proceso de digitalización de la venta de los activos inmobiliarios que ya estaba en la estrategia de estos gigantes.

Las empresas que no le presten la atención o que  continúan subestimando la potencialidad de las herramientas,  continuando en el antiguo paradigma de “… igual nosotros vendemos”, no van a tener demasiadas oportunidades de subsistir. Estamos en el umbral de ver con más frecuencia procesos de compraventa de propiedades completamente online, porque en un futuro no muy lejano, los algoritmos de Amazon, Google y Facebook seleccionarán por nosotros las casas que encajen con nuestro presupuesto, estilo de vida o zona preferida, tal como hoy lo hacen con total naturalidad y precisión a la hora de sugerirnos un hotel, un paseo o un restaurant para un evento que estamos planificando y “mágicamente” y sin haberlo puesto en el buscador comienzan a aparecer en nuestras redes sociales o en nuestro mail.

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La digitalización del sector no requiere grandes inversiones, todo lo contrario se necesita un partner tecnológico que apoye a los gestores inmobiliarios a que pongan su fortaleza y profesionalismo en el seleccionar y vender y no tenga que preocuparse de cómo nos vamos a parar ante los nuevos avances tecnológicos en un mundo cada vez más interconectado, como horarios erráticos, con consumidores más informados.

Las implementaciones tecnológicas no solo no costarán más, sino que serán un ahorro de dinero y tiempo.

De todas formas, todavía hay quienes prefieren realizar el proceso, o al menos alguna parte, de forma presencial, el contacto humano y el trato cara a cara sigue siendo un factor importante que aporta confianza y tranquilidad, algo fundamental en una decisión tan relevante como la compra de una vivienda.

Todo es cuestión de tiempo, lo que sí es claro, es que el proceso ya comenzó.

Hace dos años El Pais cuenta con una herramienta como lo es Dimensión360, desarrollada a la medida del operador inmobiliario, la cual con gran satisfacción notamos que de a poco se instala esta nueva y efectiva modalidad de mostrar sus propiedades.

“El mundo de los negocios inmobiliarios ya cambió, la pregunta es: En qué lugar se va a encontrar la inmobiliaria a la que le vamos otorgar el privilegio de apoyarnos en la búsqueda y concreción de nuestro soñado hogar”.

Fuente: Javier Figueroa para Dimensión360