Preparar el nido, así es como se suele denominar la llegada de un nuevo miembro de la familia al hogar, una manera de adecuar los metros que tenemos a las nuevas necesidades.

Un nuevo miembro de la familia en el hogar es sinónimo de eliminar las barreras que podamos tener para evitar disgustos provocados por caídas y roces innecesarios.

Espacios diferenciados

Nada es imposible. En el caso de que sea el primer hijo, todo parece una tarea interminable, pero lo cierto es que poniendo orden, sentido común y sobre todo teniendo en cuenta el espacio del que disponemos, la tarea cobra otra dimensión.

Uno de los motivos principales para hacer una reforma en el hogar es para adaptarlo a los cambios en la familia y la relación que tienen con el estilo de vida.

Las escaleras son un elemento que siempre podemos prevenir poniendo una barrera baja con cierre de difícil apertura.

Habitaciones a renovar

La cocina es uno de los espacios que más se renueva.

El objetivo, según los interioristas, es abrir el espacio hacia el comedor con el fin de disponer de una visión de conjunto que permita complementar dos funciones: cocinar y el cuidado de los hijos, viendo como juegan o descansan.

Otro de los factores claves es el espacio de almacenamiento: a más miembros de la familia, más necesidades para guardar cosas, que no es lo mismo que acumular.

Aunque sea el primer bebé en casa, no todo es imprescindible. Si no hay espacio suficiente, un cambiador puede convertirse, tiempo después, en un trasto voluminoso y poco útil, por ejemplo.

Hay que aprovechar al máximo los espacios muertos de almacenamiento e integrar cajones para los huecos que quedan bajo los muebles de la cocina y un baúl para la cama con gran espacio, son dos excelentes soluciones.

Construir un armario pequeño con puertas, en caso de tener techos altos, suele ser otra alternativa muy útil.

Diseños versátiles

Es recomendable el uso de un sofá de tapicería resistente para evitar disgustos con tejidos difíciles de limpiar.

Las microfibras, dan un resultado excelente, y para el dormitorio lo mejor es apostar por un mobiliario de diseño versátil y funcional, que se adapte a las diferentes etapas del desarrollo del bebé y que “fomente su autonomía y creatividad”.

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Se recomienda mirar las “cosas con sus ojos” y buscar soluciones simples, elementos que les ayuden a sacar y guardar cosas por sí mismos.

“La idea es enseñarles a ordenar de forma rápida y fácil”, comentan los especialistas. De  tal manera que proponen, cajones, cestas, estantes o armarios hechos a su altura para que recoger pueda resultar más cómo, sin que tengan que aplicar mucho esfuerzo.

Desde los dos años, los niños ya empiezan a tener “ciertos” gustos y aficiones que siempre pueden ayudar a buscar en la decoración a través de vinilos, dibujos que les hagan desarrollar un mundo de fantasía con estrellas, cohetes, unicornios, peces o un globo en el que la imaginación les lleve hasta el cielo.

Estas pueden ser algunas de las claves decorativas para que la habitación del bebé, que crecerá sin que nos demos cuenta, sea cada vez más suya.

Fuente: El Nuevo Día, Ecuador