Las claves de la vivienda ideal para la nueva generación de personas mayores

A medida que la generación del baby boom va envejeciendo, ha ido aumentando el interés en las viviendas para personas mayores. A diferencia de las generaciones anteriores, los baby boomers buscan algo más que un lugar con sol y una piscina, y los promotores están tomando nota al respecto.

Se ha construido una enorme cantidad de producto en los últimos años, sobre todo, en las zonas periféricas“, dice Aron Will, vicepresidente de National Senior Housing en CBRE Capital Markets.

«Esto está empezando a cambiar gracias a que los promotores de viviendas para personas mayores están compitiendo con los promotores de edificios residenciales de las ciudades para construir bloques de pisos de gran altura destinados a personas mayores.  La generación baby boomer que está llegando, demanda un ambiente más urbano, por lo que va a aprovechar ese tipo de entorno mucho más que las generaciones anteriores», afirma Aron Will.

En Estados Unidos, más de 10.000 baby boomers cumplen 65 años cada día, lo que da lugar a una oleada de personas mayores que quizá no tenga la intención de jubilarse inmediatamente y de dar un vuelco a sus vidas. Más bien al contrario: este segmento demográfico tiende a querer mantener un estilo de vida activo y a pasar más tiempo en familia.

En España alrededor del 14% de los habitantes tienen más de 65 años y se espera que este porcentaje aumente un 11% para el 2050.

Estos datos, junto a la previsión de crecimiento de la esperanza de vida, dibujan un escenario en el que en España necesitará contar con casi el doble de camas existentes para cumplir con la proporción recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

 

LOS TRES FACTORES DECISIVOS

Esta nueva clase de ciudadanos mayores busca pasar la jubilación cerca de sus hijos adultos, en la zona en la que siempre han vivido, y en un área con buen acceso a asistencia sanitaria y otros servicios del estilo.

Según el grupo de edad de cada persona mayor (ya se hayan jubilado recientemente o sean ancianos de más de 85 años que requieran asistencia diaria o residencias destinadas a paliar los problemas de memoria), son los hijos adultos los que determinan el lugar en el que acabarán viviendo sus padres. En el caso de los nuevos jubilados, el aliciente de estar cerca de sus hijos y, en su caso, de sus nietos, tiene mucho poder.

Los promotores de viviendas para personas mayores están compitiendo con los promotores de edificios residenciales en las ciudades para construir bloques de pisos de gran altura destinados a personas mayores.

De forma análoga, la proximidad al entorno en el que se ha vivido es otra consideración importante. Sentirse a gusto en la zona y haber establecido vínculos con la comunidad son elementos que se vuelven esenciales a medida que envejecemos, lo que explicaría la tendencia migratoria inversa de personas mayores que regresan a las ciudades en las que vivieron.

Y si bien los entornos urbanos, como las ciudades grandes, pueden aportar esa proximidad a la asistencia sanitaria y a otros servicios de la misma índole, Will afirma que el lugar al que se acaban trasladando las personas mayores depende en última instancia de si quieren estar cerca de su familia más próxima. En el caso de las personas mayores de 85 años, la decisión la suelen tomar los hijos, que se hacen responsables de sus padres.

Los entornos urbanos aportan a las personas mayores proximidad a asistencia sanitaria y a otras comodidades.

ACEPTACIÓN DE LAS VIVIENDAS PARA PERSONAS MAYORES

Si bien las viviendas destinadas a las personas mayores constituyen una práctica aceptada en unos Estados Unidos con una sociedad cada vez más envejecida, no se da el mismo caso en otros países. En algunos de ellos, sobre todo en los asiáticos o latinoamericanos, la norma cultural tradicional es que los padres, al hacerse mayores, se muden con sus hijos adultos.

«Lo que resulta fascinante es que ha habido una enorme inversión directa extranjera en proyectos de viviendas para personas mayores en Estados Unidos durante los últimos dos o tres años», apunta Will. «Estos inversores, algunos de ellos asiáticos, no buscan necesariamente el valor inmobiliario del bien, sino el valor de aprendizaje que otorga esa inversión; es decir, poder entender los matices de gestionar una vivienda para personas mayores y al final importar en sus países esa práctica».

Los núcleos urbanos de todo el país están dedicando mucho tiempo y dinero a desarrollar nuevas viviendas de este tipo que encajen perfectamente con sus alrededores.

Incluso dentro de Estados Unidos encontramos barreras culturales entre estados. Aquellos con un clima más cálido y una floreciente comunidad de jubilados, como Florida o Arizona, ya están adoptando esta práctica. También lo están haciendo los estados de la costa noroeste, en los que el sector de las viviendas para personas mayores alcanzó todo su esplendor en los 60 y 70, y en donde residen muchas personas mayores que cuentan con unas pensiones que les permiten acceder a este tipo de vivienda.

TENDER PUENTES

Aunque la imagen de los jubilados felices que juegan al golf bajo el sol de Florida no va a desaparecer de aquí a corto plazo, los núcleos urbanos de todo el país están dedicando mucho tiempo y dinero a desarrollar nuevas viviendas para personas mayores que encajen perfectamente con sus alrededores.

«Hay una nueva clase de activo en el sector de la vivienda para personas mayores que es un híbrido entre un piso y las comunidades con servicios para jubilados: un concepto llamado “adulto activo”. Se trata de edificios completamente equipados, que cuentan con servicios de transporte y conserjería, desayuno continental y otras comodidades incluidas en las mensualidades en lugar de a la carta», explica Will. «Los residentes rondan los 75 años, están en buena forma y quieren estar con gente que comparta tanto su edad como su etapa vital».

Y teniendo en cuenta que la nueva generación de personas mayores que está entrando en la jubilación lo hace con más dinero que cualquier generación anterior, estos desarrollos híbridos satisfacen el deseo de los baby boomers: conservar su estilo de vida y disponer de una amplia gama de opciones de asistencia si así lo necesitan.

Fuente: https://tendenciasinmobiliarias.es

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Las claves de la vivienda ideal para la nueva generación de personas mayores

A medida que la generación del baby boom va envejeciendo, ha ido aumentando el interés en las viviendas para personas mayores. A diferencia de las generaciones anteriores, los baby boomers buscan algo más que un lugar con sol y una piscina, y los promotores están tomando nota al respecto.

Se ha construido una enorme cantidad de producto en los últimos años, sobre todo, en las zonas periféricas“, dice Aron Will, vicepresidente de National Senior Housing en CBRE Capital Markets.

«Esto está empezando a cambiar gracias a que los promotores de viviendas para personas mayores están compitiendo con los promotores de edificios residenciales de las ciudades para construir bloques de pisos de gran altura destinados a personas mayores.  La generación baby boomer que está llegando, demanda un ambiente más urbano, por lo que va a aprovechar ese tipo de entorno mucho más que las generaciones anteriores», afirma Aron Will.

En Estados Unidos, más de 10.000 baby boomers cumplen 65 años cada día, lo que da lugar a una oleada de personas mayores que quizá no tenga la intención de jubilarse inmediatamente y de dar un vuelco a sus vidas. Más bien al contrario: este segmento demográfico tiende a querer mantener un estilo de vida activo y a pasar más tiempo en familia.

En España alrededor del 14% de los habitantes tienen más de 65 años y se espera que este porcentaje aumente un 11% para el 2050.

Estos datos, junto a la previsión de crecimiento de la esperanza de vida, dibujan un escenario en el que en España necesitará contar con casi el doble de camas existentes para cumplir con la proporción recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

 

LOS TRES FACTORES DECISIVOS

Esta nueva clase de ciudadanos mayores busca pasar la jubilación cerca de sus hijos adultos, en la zona en la que siempre han vivido, y en un área con buen acceso a asistencia sanitaria y otros servicios del estilo.

Según el grupo de edad de cada persona mayor (ya se hayan jubilado recientemente o sean ancianos de más de 85 años que requieran asistencia diaria o residencias destinadas a paliar los problemas de memoria), son los hijos adultos los que determinan el lugar en el que acabarán viviendo sus padres. En el caso de los nuevos jubilados, el aliciente de estar cerca de sus hijos y, en su caso, de sus nietos, tiene mucho poder.

Los promotores de viviendas para personas mayores están compitiendo con los promotores de edificios residenciales en las ciudades para construir bloques de pisos de gran altura destinados a personas mayores.

De forma análoga, la proximidad al entorno en el que se ha vivido es otra consideración importante. Sentirse a gusto en la zona y haber establecido vínculos con la comunidad son elementos que se vuelven esenciales a medida que envejecemos, lo que explicaría la tendencia migratoria inversa de personas mayores que regresan a las ciudades en las que vivieron.

Y si bien los entornos urbanos, como las ciudades grandes, pueden aportar esa proximidad a la asistencia sanitaria y a otros servicios de la misma índole, Will afirma que el lugar al que se acaban trasladando las personas mayores depende en última instancia de si quieren estar cerca de su familia más próxima. En el caso de las personas mayores de 85 años, la decisión la suelen tomar los hijos, que se hacen responsables de sus padres.

Los entornos urbanos aportan a las personas mayores proximidad a asistencia sanitaria y a otras comodidades.

ACEPTACIÓN DE LAS VIVIENDAS PARA PERSONAS MAYORES

Si bien las viviendas destinadas a las personas mayores constituyen una práctica aceptada en unos Estados Unidos con una sociedad cada vez más envejecida, no se da el mismo caso en otros países. En algunos de ellos, sobre todo en los asiáticos o latinoamericanos, la norma cultural tradicional es que los padres, al hacerse mayores, se muden con sus hijos adultos.

«Lo que resulta fascinante es que ha habido una enorme inversión directa extranjera en proyectos de viviendas para personas mayores en Estados Unidos durante los últimos dos o tres años», apunta Will. «Estos inversores, algunos de ellos asiáticos, no buscan necesariamente el valor inmobiliario del bien, sino el valor de aprendizaje que otorga esa inversión; es decir, poder entender los matices de gestionar una vivienda para personas mayores y al final importar en sus países esa práctica».

Los núcleos urbanos de todo el país están dedicando mucho tiempo y dinero a desarrollar nuevas viviendas de este tipo que encajen perfectamente con sus alrededores.

Incluso dentro de Estados Unidos encontramos barreras culturales entre estados. Aquellos con un clima más cálido y una floreciente comunidad de jubilados, como Florida o Arizona, ya están adoptando esta práctica. También lo están haciendo los estados de la costa noroeste, en los que el sector de las viviendas para personas mayores alcanzó todo su esplendor en los 60 y 70, y en donde residen muchas personas mayores que cuentan con unas pensiones que les permiten acceder a este tipo de vivienda.

TENDER PUENTES

Aunque la imagen de los jubilados felices que juegan al golf bajo el sol de Florida no va a desaparecer de aquí a corto plazo, los núcleos urbanos de todo el país están dedicando mucho tiempo y dinero a desarrollar nuevas viviendas para personas mayores que encajen perfectamente con sus alrededores.

«Hay una nueva clase de activo en el sector de la vivienda para personas mayores que es un híbrido entre un piso y las comunidades con servicios para jubilados: un concepto llamado “adulto activo”. Se trata de edificios completamente equipados, que cuentan con servicios de transporte y conserjería, desayuno continental y otras comodidades incluidas en las mensualidades en lugar de a la carta», explica Will. «Los residentes rondan los 75 años, están en buena forma y quieren estar con gente que comparta tanto su edad como su etapa vital».

Y teniendo en cuenta que la nueva generación de personas mayores que está entrando en la jubilación lo hace con más dinero que cualquier generación anterior, estos desarrollos híbridos satisfacen el deseo de los baby boomers: conservar su estilo de vida y disponer de una amplia gama de opciones de asistencia si así lo necesitan.

Fuente: https://tendenciasinmobiliarias.es

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