¿Medidas para fomentar el empleo? ¿Las hay?

No abordaré el tema en términos generales, no me atañe y excede mi poco o mediano razonamiento.

Pero sí lo abordaré desde nuestra industria. Días pasados los prestigiosos economistas Horacio Bafico y Gustavo Michelin, hicieron una síntesis de nuestras debilidades, premonitorias de dificultades ya presentes y por venir.

Así manejaron que la actividad está estancada. La economía uruguaya registra tres trimestres consecutivos sin crecimiento. Y se abunda, que desde el 2014 el crecimiento se concentró sólo en el sector comunicaciones, con escaso aumento en el resto de la actividad, construcción incluida, obviamente.

La formación bruta de capital fijo a nivel del sector privado cayó por quinto año consecutivo el año pasado. Sin duda que la menor inversión va de la mano de la confianza en el país y un clima de negocios que ya no luce tan favorable. La falta de competitividad y la dificultad de acceso a los mercados internacionales, fuera de la región, son obstáculos que es imprescindible revertir.

Así las cosas, con este panorama, el restante factor de demanda que pueda impulsar la actividad es el consumo. Pero éste está deprimido porque está en consonancia directa con el mercado laboral. En los últimos cuatro años se perdieron 47 mil puestos de trabajo.

Nuestro vínculo con el Ministerio de Economía es fluido y no nos cansamos de decir que somos escuchados. Que tengamos receptividad en los planteos o no, es otro tema.

Pero hay medidas que podrían tomarse y que sin duda acicatearían a los promotores para salir a la palestra con el dinamismo de otros años.
Es tan notorio que en el plano de la Vivienda Promovida hay que eliminar dos decretos que han topeado los precios y que en mayor o menor proporción (según el cristal con el cual se mire), han deprimido la actividad. Los decretos 636 del 2014 y 434 del 2017. Hay que retomar el estado original de la ley (pensada por APPCU y respaldada por la Agencia Nacional de Vivienda) y no quepa duda que varios proyectos volverán a aparecer.

También te puede interesar: ¿Flexibilidad laboral? ¿Mala palabra?

Hemos solicitado que hay que por lo menos disminuir el porcentaje que se paga a la Caja de Profesionales Universitarios (lo pagan los promotores), que significa el 4% de los salarios de la obra. Por qué, tamaño dislate? Pues para subsidiar la Caja. De ripley. Otro incentivo sería por lo menos, disminuir dicho porcentaje….y tender a eliminarlo en algún momento, de una vez para siempre.

En los megaproyectos (buena idea del gobierno), entendemos que habría que abrir un nuevo período (finalizó en diciembre del año pasado), para presentar proyectos ante la COMAP. Sería buena cosa que el monto de inversión requerido, descendiera, hoy está en 16 millones de dólares para los proyectos en general (aproximadamente) y en el entorno de los 12 millones para los proyectos de Montevideo. Sería deseable, acotar dichos montos que seguramente también incentivarán a los promotores a comenzar emprendimientos. Y algo no menor: sería bueno que se considere que un mismo promotor llegue a dichos mínimos pero como resultado de la suma de más de un proyecto, manteniendo el resto de las exigencias.

Finalmente porque el espacio es breve: tratar a los no residentes con otra filosofía. Se estima que más del 50% de las compras de inmuebles que se realizan en zonas turísticas, son de no residentes. Es notorio que desde el 2015 a la fecha, ha sucedido un enlentecimiento, por más que Punta del Este tiene muchas obras en ejecución. Para lograr más compradores sería buena cosa, que el financiamiento bancario a no residentes sea fluido, diligente, sin trabas. De acuerdo a normativa del Banco Central, la calificación de un no residente se asimila al riesgo país del lugar donde reside. Ello dificulta por ejemplo que un argentino solvente, califique para obtener un crédito bancario por su lugar de residencia.

Breve síntesis de ideas fuerza que APPCU hará llegar además a los precandidatos. Esto ha sido conversado con el gobierno. Poner en ejecución alguna de estas medidas, jugaría a favor de dinamizar el ímpetu de los promotores y el empleo que viene ralentizado y por este año, sin perspectivas de mejorar, podría recobrar cierto vigor.

Aníbal Durán

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¿Medidas para fomentar el empleo? ¿Las hay?

No abordaré el tema en términos generales, no me atañe y excede mi poco o mediano razonamiento.

Pero sí lo abordaré desde nuestra industria. Días pasados los prestigiosos economistas Horacio Bafico y Gustavo Michelin, hicieron una síntesis de nuestras debilidades, premonitorias de dificultades ya presentes y por venir.

Así manejaron que la actividad está estancada. La economía uruguaya registra tres trimestres consecutivos sin crecimiento. Y se abunda, que desde el 2014 el crecimiento se concentró sólo en el sector comunicaciones, con escaso aumento en el resto de la actividad, construcción incluida, obviamente.

La formación bruta de capital fijo a nivel del sector privado cayó por quinto año consecutivo el año pasado. Sin duda que la menor inversión va de la mano de la confianza en el país y un clima de negocios que ya no luce tan favorable. La falta de competitividad y la dificultad de acceso a los mercados internacionales, fuera de la región, son obstáculos que es imprescindible revertir.

Así las cosas, con este panorama, el restante factor de demanda que pueda impulsar la actividad es el consumo. Pero éste está deprimido porque está en consonancia directa con el mercado laboral. En los últimos cuatro años se perdieron 47 mil puestos de trabajo.

Nuestro vínculo con el Ministerio de Economía es fluido y no nos cansamos de decir que somos escuchados. Que tengamos receptividad en los planteos o no, es otro tema.

Pero hay medidas que podrían tomarse y que sin duda acicatearían a los promotores para salir a la palestra con el dinamismo de otros años.
Es tan notorio que en el plano de la Vivienda Promovida hay que eliminar dos decretos que han topeado los precios y que en mayor o menor proporción (según el cristal con el cual se mire), han deprimido la actividad. Los decretos 636 del 2014 y 434 del 2017. Hay que retomar el estado original de la ley (pensada por APPCU y respaldada por la Agencia Nacional de Vivienda) y no quepa duda que varios proyectos volverán a aparecer.

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Hemos solicitado que hay que por lo menos disminuir el porcentaje que se paga a la Caja de Profesionales Universitarios (lo pagan los promotores), que significa el 4% de los salarios de la obra. Por qué, tamaño dislate? Pues para subsidiar la Caja. De ripley. Otro incentivo sería por lo menos, disminuir dicho porcentaje….y tender a eliminarlo en algún momento, de una vez para siempre.

En los megaproyectos (buena idea del gobierno), entendemos que habría que abrir un nuevo período (finalizó en diciembre del año pasado), para presentar proyectos ante la COMAP. Sería buena cosa que el monto de inversión requerido, descendiera, hoy está en 16 millones de dólares para los proyectos en general (aproximadamente) y en el entorno de los 12 millones para los proyectos de Montevideo. Sería deseable, acotar dichos montos que seguramente también incentivarán a los promotores a comenzar emprendimientos. Y algo no menor: sería bueno que se considere que un mismo promotor llegue a dichos mínimos pero como resultado de la suma de más de un proyecto, manteniendo el resto de las exigencias.

Finalmente porque el espacio es breve: tratar a los no residentes con otra filosofía. Se estima que más del 50% de las compras de inmuebles que se realizan en zonas turísticas, son de no residentes. Es notorio que desde el 2015 a la fecha, ha sucedido un enlentecimiento, por más que Punta del Este tiene muchas obras en ejecución. Para lograr más compradores sería buena cosa, que el financiamiento bancario a no residentes sea fluido, diligente, sin trabas. De acuerdo a normativa del Banco Central, la calificación de un no residente se asimila al riesgo país del lugar donde reside. Ello dificulta por ejemplo que un argentino solvente, califique para obtener un crédito bancario por su lugar de residencia.

Breve síntesis de ideas fuerza que APPCU hará llegar además a los precandidatos. Esto ha sido conversado con el gobierno. Poner en ejecución alguna de estas medidas, jugaría a favor de dinamizar el ímpetu de los promotores y el empleo que viene ralentizado y por este año, sin perspectivas de mejorar, podría recobrar cierto vigor.

Aníbal Durán

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