Decaimiento y revisión

Bien se dice que aún le quedan varios meses al gobierno para finalizar su mandato y adoptar consecuentemente, alguna decisión. Esta reflexión conduce a que la economía se viene desacelerando, por ejemplo en este primer trimestre del año el PBI se contrajo 0.2% respecto a igual período del 2018. Primera vez que sucede desde el último trimestre de 2015.

Este marco es nocivo: obviamente se afectan las decisiones de inversión y consecuentemente, el empleo. La realidad así lo viene indicando; se vienen perdiendo puestos de trabajo.

Y claro está, también recaudan menos las arcas del Estado. Parecería que estamos inmersos en un círculo vicioso.

Obviamente la caída del primer trimestre del año, obedece en forma medular a la notoria merma de turistas argentinos a nuestro país.

Varios sectores están estancados, no crecen, pero el nuestro muestra una tendencia a la baja.

Pese a la adversidad, existiría la expectativa de un recorte de las tasas de interés, lo que permitiría el retorno de capitales por estas latitudes. Habrá que hacer las cosas con sentido común, para capitalizar este envión.

Planteadas así las cosas, APPCU le ha hecho llegar al Ministerio de Economía y Finanzas en la persona de sus titulares, Astori y Ferreri, sendas propuestas para dinamizar el sector, obviamente nos referimos a la promoción privada, que aún no han tenido el eco necesario.

Nuestro sector representa casi un 9% del Producto Bruto y además como es notorio, es generador de mano de obra en forma exponencial, dando trabajo a un sinfín de agentes vinculados y no vinculados al metier de la construcción.

No tengo duda que de tener receptividad, sería impactante en la generación de empleo y dinamizar la economía, sin perjuicio de todo lo que tributa el sector.

Una vez más, ejemplifiquemos. Saben las autoridades, que los decretos de la vivienda promovida, limitando precio de ventas y alquileres (grosso modo), han repercutido en los proyectos que se presentan. Sí se presenta alguno, lo que nos consta es que varios  promotores con terreno comprado no empiezan las gestiones ante la Agencia Nacional de Vivienda, por las citadas normas. Además los precios topeados, están desalineados con los precios del mercado (tanto en venta como alquiler).

Cálculos realizados por nuestros asesores, estiman que los citados topes significan en el entorno de los 20.000 puestos de trabajo perdidos.

Otro ítem. Habría que reactivar un virtuoso decreto sobre Megaproyectos. Ya no se pueden presentar más. ¿Por qué limitarlos?  Hay expectativa en promotores para comenzar alguno pero con las exenciones tributarias correspondientes.

También te puede interesar: El problema de fondo

Además y como bien nos lo sugiere nuestro asesor el Cr Kaplán, ¿qué pasa con los proyectos que no entran ni en vivienda promovida ni en megaproyectos? (aquí la inversión es millonaria, apta para escasos promotores). Luce injusto con todo el resto del universo y la competencia se torna dificultosa.

Hemos planteado que se prorrogue la norma que vence a fines de enero del 2020, mediante la cual, si un promotor compra un terreno a una persona física, puede descontar el 100% del costo. Si no se prorrogara, sólo podrá descontar un 48%. Debería tener una solución definitiva el tema, sería otro acicate interesante.

Y ya finalizando, el aporte unificado significa una erogación significativa. Por cada 100 pesos que se le paga a un obrero, hay que verter al BPS, el 75.8% de dicha cifra, correspondiéndole al propietario de la  obra (se incluye allí un 4% a la Caja de Profesionales Universitarios, que no tiene el más mínimo asidero).

Recurrente tema: el  Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales en primera venta (cuando desde la reforma tributaria se paga el IVA); coexisten dos impuestos a la citada primera venta.

El propio ministro de economía coincide con nuestro planteo….pero la mentada caja del gobierno no lo permite. En fin; los planteos están hechos, el diagnóstico inicial es agorero, los terrenos aún yermos esperan, los promotores son adalides en asumir riesgos e invertir. Pero esa templanza necesita cierto cobijo de la otra parte

Aníbal Durán

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Decaimiento y revisión

Bien se dice que aún le quedan varios meses al gobierno para finalizar su mandato y adoptar consecuentemente, alguna decisión. Esta reflexión conduce a que la economía se viene desacelerando, por ejemplo en este primer trimestre del año el PBI se contrajo 0.2% respecto a igual período del 2018. Primera vez que sucede desde el último trimestre de 2015.

Este marco es nocivo: obviamente se afectan las decisiones de inversión y consecuentemente, el empleo. La realidad así lo viene indicando; se vienen perdiendo puestos de trabajo.

Y claro está, también recaudan menos las arcas del Estado. Parecería que estamos inmersos en un círculo vicioso.

Obviamente la caída del primer trimestre del año, obedece en forma medular a la notoria merma de turistas argentinos a nuestro país.

Varios sectores están estancados, no crecen, pero el nuestro muestra una tendencia a la baja.

Pese a la adversidad, existiría la expectativa de un recorte de las tasas de interés, lo que permitiría el retorno de capitales por estas latitudes. Habrá que hacer las cosas con sentido común, para capitalizar este envión.

Planteadas así las cosas, APPCU le ha hecho llegar al Ministerio de Economía y Finanzas en la persona de sus titulares, Astori y Ferreri, sendas propuestas para dinamizar el sector, obviamente nos referimos a la promoción privada, que aún no han tenido el eco necesario.

Nuestro sector representa casi un 9% del Producto Bruto y además como es notorio, es generador de mano de obra en forma exponencial, dando trabajo a un sinfín de agentes vinculados y no vinculados al metier de la construcción.

No tengo duda que de tener receptividad, sería impactante en la generación de empleo y dinamizar la economía, sin perjuicio de todo lo que tributa el sector.

Una vez más, ejemplifiquemos. Saben las autoridades, que los decretos de la vivienda promovida, limitando precio de ventas y alquileres (grosso modo), han repercutido en los proyectos que se presentan. Sí se presenta alguno, lo que nos consta es que varios  promotores con terreno comprado no empiezan las gestiones ante la Agencia Nacional de Vivienda, por las citadas normas. Además los precios topeados, están desalineados con los precios del mercado (tanto en venta como alquiler).

Cálculos realizados por nuestros asesores, estiman que los citados topes significan en el entorno de los 20.000 puestos de trabajo perdidos.

Otro ítem. Habría que reactivar un virtuoso decreto sobre Megaproyectos. Ya no se pueden presentar más. ¿Por qué limitarlos?  Hay expectativa en promotores para comenzar alguno pero con las exenciones tributarias correspondientes.

También te puede interesar: El problema de fondo

Además y como bien nos lo sugiere nuestro asesor el Cr Kaplán, ¿qué pasa con los proyectos que no entran ni en vivienda promovida ni en megaproyectos? (aquí la inversión es millonaria, apta para escasos promotores). Luce injusto con todo el resto del universo y la competencia se torna dificultosa.

Hemos planteado que se prorrogue la norma que vence a fines de enero del 2020, mediante la cual, si un promotor compra un terreno a una persona física, puede descontar el 100% del costo. Si no se prorrogara, sólo podrá descontar un 48%. Debería tener una solución definitiva el tema, sería otro acicate interesante.

Y ya finalizando, el aporte unificado significa una erogación significativa. Por cada 100 pesos que se le paga a un obrero, hay que verter al BPS, el 75.8% de dicha cifra, correspondiéndole al propietario de la  obra (se incluye allí un 4% a la Caja de Profesionales Universitarios, que no tiene el más mínimo asidero).

Recurrente tema: el  Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales en primera venta (cuando desde la reforma tributaria se paga el IVA); coexisten dos impuestos a la citada primera venta.

El propio ministro de economía coincide con nuestro planteo….pero la mentada caja del gobierno no lo permite. En fin; los planteos están hechos, el diagnóstico inicial es agorero, los terrenos aún yermos esperan, los promotores son adalides en asumir riesgos e invertir. Pero esa templanza necesita cierto cobijo de la otra parte

Aníbal Durán

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