La planta que según la N.A.S.A. deberíamos tener en nuestros hogares

El Potus o la “cubana” como la llamamos en Uruguay, es una planta nativa del sudeste asiático. Gracias a sus raíces aéreas, puede trepar por las ramas de árboles de hasta 20 metros de altura. Sus hojas son perennes (no se caen en el otoño). Puede encontrarse en distintas variedades, con hojas verdes claras, verdes oscuras, o manchadas de blanco y amarillo.

Pero lo más importante, según la N.A.S.A., es su acción sobre la contaminación atmosférica. Según la N.A.S.A. el potus actúa sobre la contaminación ambiental en interiores eliminando tres elementos tóxicos que pueden estar presentes en la atmósfera y ser muy perjudiciales para la salud.

Uno de ellos es el formaldehído, uno de los principales causantes del cáncer. Otro es le xileno, componente muy nocivo que puede llegar a causar dolor de cabeza, náuseas, e incluso problemas en el sistema nervioso u órganos hematopoyéticos.

Por último, el potus purifica el aire del benceno, sustancia que en grandes dosis puede llegar a provocar la muerte; y en menor proporción podría causar somnolencia, mareos o taquicardias.

Todo esto la convierte en una planta que todos podríamos tener en el hogar. Únicamente hay que tener en cuenta que, aunque es una de las plantas más beneficiosas para el ser humano, es tóxica para nuestras mascotas si la ingieren, provocándoles irritaciones, vómitos o dificultades al tragar, y por eso hay que mantenerla en altura, lejos de su alcance para que no puedan comerla.

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Cuidados del potus.

El potus es una planta muy fácil de cuidar puede adaptarse a diversos ambientes.

En maceta, necesita regarse aproximadamente una vez por semana, cuando al tacto la tierra esté seca. También puede crecer en agua, en dónde desarrolla maravillosas y grandes raíces.

Debe recibir luz indirecta, y le agradan las temperaturas de entre 17 y 30°C.

¿Cómo reproducirlo?

Se debe cortar una esqueje de entre 15 y 20 centímetros, y colocarlo unos días en agua hasta que eche pequeñas raíces. También puede crecer si se planta directamente en la maceta con tierra, pero colocándolo en agua se podrá controlar mejor su enraizamiento.

Una vez que tenga raíces, puedes transplantarlo a una maceta. Cuando comience a crecer, también se puede colocar una varilla, ya que le gusta mucho trepar.

Fuente: Alda Propiedades

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La planta que según la N.A.S.A. deberíamos tener en nuestros hogares

El Potus o la “cubana” como la llamamos en Uruguay, es una planta nativa del sudeste asiático. Gracias a sus raíces aéreas, puede trepar por las ramas de árboles de hasta 20 metros de altura. Sus hojas son perennes (no se caen en el otoño). Puede encontrarse en distintas variedades, con hojas verdes claras, verdes oscuras, o manchadas de blanco y amarillo.

Pero lo más importante, según la N.A.S.A., es su acción sobre la contaminación atmosférica. Según la N.A.S.A. el potus actúa sobre la contaminación ambiental en interiores eliminando tres elementos tóxicos que pueden estar presentes en la atmósfera y ser muy perjudiciales para la salud.

Uno de ellos es el formaldehído, uno de los principales causantes del cáncer. Otro es le xileno, componente muy nocivo que puede llegar a causar dolor de cabeza, náuseas, e incluso problemas en el sistema nervioso u órganos hematopoyéticos.

Por último, el potus purifica el aire del benceno, sustancia que en grandes dosis puede llegar a provocar la muerte; y en menor proporción podría causar somnolencia, mareos o taquicardias.

Todo esto la convierte en una planta que todos podríamos tener en el hogar. Únicamente hay que tener en cuenta que, aunque es una de las plantas más beneficiosas para el ser humano, es tóxica para nuestras mascotas si la ingieren, provocándoles irritaciones, vómitos o dificultades al tragar, y por eso hay que mantenerla en altura, lejos de su alcance para que no puedan comerla.

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Cuidados del potus.

El potus es una planta muy fácil de cuidar puede adaptarse a diversos ambientes.

En maceta, necesita regarse aproximadamente una vez por semana, cuando al tacto la tierra esté seca. También puede crecer en agua, en dónde desarrolla maravillosas y grandes raíces.

Debe recibir luz indirecta, y le agradan las temperaturas de entre 17 y 30°C.

¿Cómo reproducirlo?

Se debe cortar una esqueje de entre 15 y 20 centímetros, y colocarlo unos días en agua hasta que eche pequeñas raíces. También puede crecer si se planta directamente en la maceta con tierra, pero colocándolo en agua se podrá controlar mejor su enraizamiento.

Una vez que tenga raíces, puedes transplantarlo a una maceta. Cuando comience a crecer, también se puede colocar una varilla, ya que le gusta mucho trepar.

Fuente: Alda Propiedades

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